lunes, 21 de septiembre de 2009

jueves, 3 de septiembre de 2009

Querida Clara:

Los minutos pasan, pasan, pasan. Tú lo sabes. Pero el reloj no. Y se niega a moverse, se niega a mover una sola de sus agujas. Es un reloj de pulsera, viejo, cascado, ni sé por qué se ha parado, ni por qué me lo han dejado. Quizá para que me martirice viendo pasar el tiempo, sin saber ellos que eso ya es imposible. O quizá para torturarme con esa inmovilidad infinita, si es que han descubierto que la pila no funciona.

Me duelen las muñecas. Será por la humedad. O quizá es el peso del reloj, el reloj parado, intentando hacerme creer que detener el tiempo es quizá posible. No, nunca, quimeras. Yo no quiero parar el tiempo. Sería inútil. Y si yo estoy hoy aquí es por algo, si ellos están allí, al otro lado, esperándome, no les daré el placer de intentar huír, y si mis compañeros preparan algo o no, da igual, no merece la pena. Nunca. Parar el tiempo sería rendirse. Negarse que lo hecho haya servido para algo.

El suelo está duro. Asquerosamente duro y mojado. Hay humedad en toda la celda. Ni un solo resquicio fuera de esta jaula de piedra y crueldad. Ni un rayo de luz. Solo humedad, la humedad que ya es mía, que se hunde en mis muñecas, que perfora mis muñecas, que parece detener el tiempo en la eterna inmovilidad de las agujas del reloj. No, el tiempo nunca se detiene, nunca es tan atroz ni tan misericordioso. Ninguna de las dos opciones es la correcta. El tiempo pasa, siempre pasa. Para unos comienza, para otro cambia, para mí se acaba.

Y la humedad perfora mis muñecas, estrecha las argollas, argollas de debilidad y muerte, corta mis muñecas, hace sangrar mis muñecas. Mi dedo y la sangre. Nada más.


"Cuando esta carta llegue a ti, ya no existiré. Y aunque mamá te explicará porqué no estoy, debes de saber, que he vivido hasta el último instante de mi vida con mucha honra y mucho orgullo, y siempre fiel a mi ideal. No fui un cobarde, no robé a nadie, luché sin tregua hasta el final. Y he muerto dando la cara al enemigo.

Si cien vidas tuviese, las cien daría por defender a la República. No creo que el Fascismo consiga vencer. Pero si la maldad de los falangistas pudiera más que la razón, no ayudes nunca a mis asesinos, no hay que tener consideración, que hoy no la tienen hacia nosotros. En algún momento podrás saber de todas las atrocidades que han cometido.
Solo te pido que cuides a mamá, a tus tíos y a tus abuelos. Y mira bien por tu hermano, no os peleéis y trata de ayudarle, y que él te ayude siempre.
Salud y felicidad, mi último pensamiento será para vosotros. "

sábado, 15 de agosto de 2009

Supuestos

1. SUPUESTO

a) PEPE se descarga una canción de Internet.

b) PEPE decide que prefiere el disco original y va a El Corte Inglés a hurtarlo. Una vez allí, y para no dar dos
viajes, opta por llevarse toda una discografía. La suma de lo hurtado no supera los 400 euros.

ACLARACIÓN: La descarga de la canción sería un delito con pena de prisión de 6 meses a dos años. El hurto de la discografía en El Corte Inglés ni siquiera sería un delito, sino una simple falta (artículo 623.1 del Código Penal).


2. SUPUESTO

a) CARMEN se descarga una canción de Internet.

b) CARMEN va a hurtar a El Corte Inglés y, como se la va la mano, se lleva cincuenta compactos, por valor global de
1.000 euros.

ACLARACIÓN: Seguiría siendo más grave la descarga de Internet. El hurto sería un delito, porque supera los 400
euros, pero sería de menor pena que la descarga (artículo 234 del Código Penal).


3. SUPUESTO

a) JOAQUÍN, en el pleno uso de sus facultades mentales, se descarga una canción de Malena Gracia.

b) JOAQUÍN en un descuido de Malena Gracia, se lleva su coche y lo devuelve 40 horas después.

ACLARACIÓN: Sería mas grave la descarga. El robo de uso de vehículo tiene menos pena, a tenor del articulo 244.1
del Código Penal.


4. SUPUESTO

a) Ocho personas se intercambian copias de su música favorita.

b) Ocho personas participan en una riña tumultuosa utilizando medios o instrumentos que pueden poner en peligro sus vidas o su integridad física.

ACLARACIÓN: Es menos grave participar en una pelea que participar en el intercambio de compactos. Participar en
una riña tumultuosa tiene una pena de tres meses a un año (artículo 154 del Código Penal)y el intercambio tendría
una pena de 6 meses a 2 años (artículo 270 del Código Penal). Si algún día te ves obligado a elegir entre
participar en un intercambio de copias de CDs o participar en una pelea masiva, escoge siempre la segunda opción, que es obviamente menos reprobable.


5. SUPUESTO

a) JUAN copia la última película de su director favorito de un DVD que le presta su secretaria Susana.

b) JUAN, aprovechando su superioridad jerárquica en el trabajo, acosa sexualmente a su secretaria Susana.

ACLARACIÓN: El acoso sexual tendría menos pena según el artículo 184.2 del Código Penal.



Todas las referencias legales son adecuadas. La verdad, proteger la propiedad intelectual más que la libertad sexual o la salud...

viernes, 31 de julio de 2009

Carta a la AVT

Me enteré recientemente de la noticia de que el pasado 26 de Junio la AVT ha acusado al grupo Lendakaris Muertos, junto con otros más, de hacer apología del terrorismo, y que ha animado a que se prohíban sus actuaciones en diversos festivales este verano[1]. Asimismo, un vistazo a la sección de noticias de su página web muestra que no es la primera vez que lo denuncian, ni a este grupo ni a otros.

Quiero rebatir la veracidad de estas acusaciones para el grupo Lendakaris Muertos.

Lendakaris Muertos es un grupo navarro de punk de la vieja escuela. Hace punk clásico, con temáticas polémicas y, sí, refiriéndose a la violencia. Pero no podemos decir que pertenezca al entorno de la izquierda abertzale, ni mucho menos que sea proetarra. ¿En qué nos basamos para sostener esta afirmación? En que una buena parte de sus canciones está dedicada a reírse de la izquierda abertzale.

Valgan como ejemplo las dos canciones que ustedes han considerado ofensivas[2]: Fuimos ikastoleros y Veterano de la kale borroka.

La letra de la primera empieza diciendo “¿Dónde se esconden las pistolas? / En los pupitres de las ikastolas”. Es altamente improbable que un grupo abertzale acuse directamente a estos establecimientos educativos de formar etarras. A partir de ahí, toda la estructura de esta supuesta educación etarra se desvela irónica. La burla alcanza su apogeo en el verso 7: “Todo el que tenía RH negativo / cuando llegaban las notas le daban un positivo”. Es un uso bastante claro del recurso estilístico llamado antítesis, y mueve a la risa por la mera imagen de un profesor subiendo la nota a unos alumnos por su grupo sanguíneo. Posteriormente llega a acusar a las ikastolas de matar profesores españolistas. Si la canción está redactada por un grupo proetarra, desde luego no les está haciendo ningún favor.

En cuanto a Veterano de la kale borroka, trata de un miembro de este movimiento vandálico que exige que sus “cicatrices de guerra” le permitan obtener una pensión del Estado, igual que los veteranos estadounidenses de Vietnam. Estamos de nuevo ante ironía: no es razonable pensar que un vándalo callejero, por mucho que se vea a sí mismo como un luchador por la libertad, reclame una pensión. (...)


[1] http://www.avt.org/noticias.php?noticia=181
[2] http://www.avt.org/docs/LETRAS%20OFENSIVAS%20LENDAKARIS%20MUERTOS.pdf
http://www.lendakaris.com/letras.php


Esta es la carta que Kunster y yo le estamos escribiendo a la AVT. A ver si sirve para algo.

sábado, 25 de julio de 2009

Que ser libre no es un cuento

Envuelto en su manía persecutoria, cerró la puerta. Así había sido siempre, siempre desde que él recordara. Su corta vida no era más que una sucesión de personas que le repetían, una y otra vez, que no servía de nada tener miedo. Luego vinieron las camillas, los fingidos gestos de comprensión, los rostros que, seleccionando cuidadosamente hasta el más mínimo levantamiento de cejas, intentaban empujarle a seguir hablando. Y no sé, doctor, no sé por qué me pasa. Pero daba igual, siempre dio igual, porque ellos lo sabían (creían saberlo) todo sobre él antes que él mismo tuviera siquiera idea de si hacía calor o frío.

Así que cerró la puerta. Dentro, el miedo; fuera, la luz. No tenía muy claro cual de las dos cosas prefería. La luz siempre le había inspirado pánico: todo el mundo podía verle cuando había luz. En cambio, el miedo en sí mismo ya no le aterraba, había aprendido a convivir con él, tal y como se hace con cualquier otro animal doméstico. Por las noches, el miedo era su compañero de cama. Se introducía bajo las mantas, sutil al principio y más agresivo finalmente, reptaba hacia él en silencio, conscientre de que para realizar ciertos actos no hacen falta las palabras. Al llegar el alba, era él quien madrugaba y preparaba el desayuno, mientras que el miedo, perezoso, seguís durmiendo algunos minutos. Podría decirse que ese era el único momento del día en que realmente se sintiera solo, en que realmente se sintiera libre.

Por lo demás... dentro de la sala no había nada. Nada, como siempre. Como estaba condenado a continuar siendo. El miedo. Las voces. De nuevo.


- ¿Ya has despertado? Te prepararé el desayuno.

Luz. Más luz.

- Sí, mamá.

viernes, 24 de julio de 2009

Constitución

La palabra “Constitución” tiene una larga historia. En tiempos de los romanos, una constitución era una norma jurídica que redactaba el emperador, en oposición a una ley, promulgada por los comicios. La palabra permaneció en el lenguaje de la Edad Media y la Edad Moderna para designar una de las múltiples normas que reyes y emperadores absolutos podían dar: como todas provenían del rey, la diferencia entre la constitución y otros documentos –decretos, edictos, leyes...- desapareció.

En el siglo XVIII las cosas empezaron a cambiar. Apareció la idea de que los seres humanos –todos ellos- tenían una serie de derechos naturales (libertad de expresión, propiedad, libertad de culto...) que el Estado estaba obligado a respetar. Y, como veían que los reyes absolutos hacían cualquier cosa menos eso, una serie de filósofos –Locke, Rousseau, Montesquieau...- propusieron una nueva teoría estatal: los países no podían depender de una persona que ejerciera todas las facultades del Estado, sino que estos deberían estar en tres poderes, que, mediante un adecuado equilibrio, impedirían la tiranía:

· El poder legislativo, o capacidad de hacer las leyes, debía residir –en todo o en parte- en una asamblea de ciudadanos electos.
· El poder ejecutivo, o capacidad de ejecutar las leyes, debía residir en el rey y sus ministros o en la figura republicana equivalente.
· El poder judicial, o capacidad de condenar a los ciudadanos por transgredir las leyes, debía residir en jueces independientes.

Así, la teoría estatal liberal puede resumirse en dos aspectos: a) Reconocimiento de los derechos naturales que tienen las personas; b) Separación de poderes para garantizar estos derechos. Pues bien: la norma jurídica en la que deberían estar contemplados estos dos aspectos es la Constitución. O, en palabras del artículo 16 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano: Toda sociedad en la que la garantía de los derechos no esté asegurada y la separación de poderes determinada no tiene Constitución.

A esta definición, clásica en el terreno del derecho político europeo, se le ha añadido posteriormente otra idea: una Constitución tiene que venir del pueblo, es decir, ser elaborada por un Parlamento electo. Esto es así para excluir de la categoría de Constitución a las llamadas Cartas Otorgadas: normas redactadas por un rey absoluto en las que limitaba parcialmente su propio poder, pero manteniendo su primacía frente al Parlamento. Probablemente los legisladores franceses ni siquiera pensaban en la existencia de estas normas cuando redactaron su Declaración: ellos daban por hecho que la soberanía residía en la nación y no en el rey.


¿Sabéis? Estoy escribiendo un libro
¿Sabéis? No se me ocurría tema.

martes, 23 de junio de 2009

Te recuerdo Víctor

16 de septiembre de 1973, Estadio Chile. Cientos de personas –muchos de ellos alumnos o profesores de la Universidad Técnica del Estado- están presas después de un sangriento golpe militar. El oficial Edwin Dimter, El príncipe, se acerca a uno de ellos y descarga 44 balas sobre uno de ellos. Es Víctor Jara.

O eso es lo que se ha creído hasta ahora. 35 años después de los sucesos acontecidos en el Estadio Chile se ha descubierto que los que realmente dispararon a Jara eran dos soldados rasos -José Adolfo Paredes Márquez y Francisco Quiroz Quiroz- a los que un suboficial desconocido ordenó el asesinato después de pegarle él mismo un tiro a Jara jugando a la ruleta rusa. No eran soldados profesionales: Paredes en concreto era estudiante de la Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes, institución pública en la que se realizaba el servicio militar, y luego se ha ganado la vida como obrero de la construcción.

Podemos decir que se ha hecho justicia y quedarnos tan tranquilos. Pero no es tan fácil. Lo cierto es que estamos ante dos mandados, dos personas que en el golpe de estado que daba acceso a una dictadura militar tuvieron que obedecer órdenes so pena de consecuencias previsiblemente graves. Luego ocultaron el hecho durante años: ¿quién sacaría a la luz que fue el asesino de uno de los héroes nacionales de su país? Por lo demás esta es la posición de la familia y la representación procesal de Jara, que incluso espera que Paredes no reciba sentencia. Ahora a por quien hay que ir, afirman, es a por el suboficial desconocido y a por todos los que dieron las órdenes.

Con suerte lo conseguirán.